Si el metal progresivo te parece complejo, es porque aún no te has sumergido en el vórtice de Archspire. La banda canadiense no toca Technical Death Metal (TDM), ellos viven en la estratosfera del TDM: el Hyper-Technical Death Metal. Y con su nuevo sencillo, «Carrion Ladder», han redefinido los límites de la velocidad y la precisión humana.

Este lanzamiento no es solo un track más; es una demostración de poder que sirve como perfecta introducción a una de las bandas más exigentes y fascinantes de la escena actual.

«Carrion Ladder»: El Ejercicio de Velocidad Definitivo
El nuevo sencillo es una ráfaga incesante de riffs vertiginosos y estructuras complejas que suenan casi imposibles de ejecutar.

Riffs de Otro Planeta: Las guitarras de Dean Lamb y Tobi Morelli alcanzan velocidades de tremolo picking que desafían la física, con cambios de tiempo tan abruptos que mantienen al oyente en un estado constante de alerta.

La Máquina del blast beat: El baterista Spencer Prewett utiliza el blast beat con una cadencia tan inhumana que parece que el sonido está siendo generado por una máquina, no por un ser humano. Es, sin exagerar, uno de los bateristas más rápidos del mundo.

Voz Imposible: Oli Peters (voz) mantiene su legendario estilo de gutural ultrarrápido (conocido como chipmunk vocals o warp-speed vocals), articulando letras complejas a una velocidad que exige leerlas para creer que está sucediendo.

Tres Joyas Históricas para Empezar
Si «Carrion Ladder» te voló la cabeza, aquí tienes tres puntos de entrada para su discografía que demuestran su evolución:

  • Relentless Mutation (2017): El álbum que los catapultó a la fama, mostrando la consolidación de su sonido ultrarrápido y complejo. Escucha el track "Involuntary Doppelgänger".
  • Bleed the Future (2021): El álbum que solidificó su estatus como maestros del TDM. El sencillo "Drone Corpse Aviator" es un clásico instantáneo.
  • All Shall Align (2011): Para el coleccionista. Su segundo álbum ya mostraba destellos del monstruo técnico en el que se convertirían.

Archspire no te pide que los escuches, te desafía. «Carrion Ladder» es la prueba de que el límite entre la velocidad del sonido y la ejecución musical sigue siendo una línea difusa para ellos.

Patrocinadores


Privacy Preference Center